Más de 200 escolares alaveses ya han vivido la experiencia
La combinación científica y deportiva ha parido un proyecto innovador, pionero en el mundo de la mano de Imanol Ceberio, psicólogo , investigador del grupo Neuromotion de la Universidad de Deusto e ideólogo de «Revierte», y del ingeniero informático y jugador del Fundación Vital Zuzenak, David Ramos.
La idea surge de la tesis doctoral de Ceberio. «He tratado de hacer visible el proceso vinculado al efecto proteus que es el que se genera cuando te pones unas gafas de realidad virtual y adquieres los comportamientos y actitudes relativas al avatar del juego, en este caso, del jugador de baloncesto en silla. Se busca crear mayor empatía entre niños de edades comprendidas entre 8 y 12 años con las personas con diversidad funcional», matiza.
En el desarrollo de este videojuego, que se controla a través de unas gafas de realidad virtual, el trabajo y el conocimiento en su campo lo ha puesto el ingeniero informático David Ramos, jugador de la primera plantilla del Fundación Vital Zuzenak. «Ese es el plus que he puesto, mi experiencia, lo que se siente encima de una silla y las dificultades del juego» explica.
El proceso le llevó ocho meses, un trabajo de fin de grado con el que ha introducido todos los elementos necesarios para convertir esta experiencia virtual en algo más. «Es muy inmersivo por cómo funciona la realidad virtual. Por lo menos, es una toma de contacto sencilla pero suficientemente contundente para transmitir un poco de dificultad y que refleje lo difícil que puede resultar estar encima de una silla y controlarla». Quién mejor que el propio David, un niño formado en la Escuela Zuzenak, bronce europeo con la selección española sub 22 en 2018.
En colegios de Álava y Vizcaya
El videojuego tiene un primer tutorial donde se explican los niveles que va a tener y el porqué de las puntuaciones en el baloncesto, (la suma de los cinco jugadores que están en la cancha nunca podrá sobrepasar los 14,5 puntos), por qué hay jugadores más bajos o más altos, con sillas más grandes o pequeñas. La parte más práctica es «un minijuego donde se puede practicar sin dificultad añadida el juego en sí, Se plantean tres situaciones, la de tiro, la de pasar a un jugador y la de interceptar un pase. A su vez, se subdividen en sus respectivas dificultades. Para ello,jugamos siempre con meter defensores en las acciones y se plantean diferentes distancias» detalla el vitoriano.
Esta herramienta ya ha sido probada por más de 600 escolares de seis colegios alaveses y vizcaínos. El proyecto cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Álava que ha adquirido 15 gafas, además del apoyo logístico que ofrece la Federación alavesa de deporte adaptado y la propia entidad Zuzenak que permitirán que el proyecto se extienda por más centros educativos.
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